Publicado en 29-04-2022 | Innovación
El tejido es un oficio que se remonta a tiempos muy antiguos. En la época precolombina estas piezas eran elaboradas con múltiples propósitos: vestimenta, ofrenda, forma de tributo, intercambios (su valor estaba a la par que el oro), etc. Las piezas obtenidas estaban llenas de significado y arte que plasmaban cultura y lenguaje.
Durante la época medieval, los telares apenas modificaron su apariencia y funcionamiento, mientras se volvían indispensables para crear piezas para combatir el frío y distinguir clases sociales. Fue en 1589 cuando el clérigo escocés William Lee, desarrolló lo que podríamos considerar “el padre del telar moderno”, aunque apenas contaba con un prototipo y no se volvió popular hasta la llegada de la Revolución Industrial.
Desde mediados del siglo XVIII se evidenció un progreso ya sin freno que llega hasta nuestros días con la automatización del telar, ganando en potencia y capacidad de adaptación a los requerimientos. La introducción de nuevas materias primas lo convierten en maquinaria clave de la industria textil.
Fuente de inspiración
Y de ahí nos viene la inspiración. En Kriskadecor, a partir de un hilo de aluminio, fabricamos nuestros pequeños eslabones que, unidos entre ellos, forman una cadena infinita que se almacena en grandes bobinas, emulando las del hilo, aunque ocupando mucho más espacio.
Anteriormente ya hemos explicado cómo realizamos el proceso de anodizado y coloración de los eslabones y cómo uno de nuestros puntos fuertes es la adaptación de imágenes. Esta especialización nos proporciona una gran diferenciación y la posibilidad de ofrecer a nuestros clientes una personalización total de sus proyectos.
Así es como, no solo creamos composiciones lisas, sino que podemos generar degradados, patrones o cualquier tipo de imagen propuesta por el cliente, transformando cada píxel en un eslabón. Y lo hacemos gracias a tecnología propia, inspirada en el funcionamiento de los antiguos telares, donde se combinan largas cadenas de eslabones de diferentes colores que dan paso a auténticas obras de arte tejidas como antaño.
Nuestra fórmula
Aluminio, metal noble, ligero, maleable y con un ciclo de vida sostenible.
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Colores del mundo en acabados anodizados y lacados.
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Tecnología propia para tejer cadenas.
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Piezas únicas para decorar espacios interiores y exteriores.