Hoteles y restaurantes | Ciudad: Andorra la Vella, Andorra | Diseñado por: Àfrica Sabé & Eva Dalmau
Ginza 41, que abrió sus puertas en 2016 en la primera planta de la Avenida Meritxell 65, se trasladó a un nuevo local en planta baja debido a la creciente demanda de clientes y vecinos. El reto era crear un espacio moderno e innovador que mantuviera la esencia original del restaurante, incorporando parte del mobiliario y elementos decorativos reconocidos por los clientes más fieles.
El nuevo local ofrecía la oportunidad de diseñar una fachada impactante que captara la atención de los transeúntes y convirtiera el restaurante en un punto de referencia en una de las calles más transitadas de Andorra. Los promotores compartían esta visión, buscando una solución visualmente sorprendente que, en sus propias palabras, «nadie hubiera visto antes en Andorra». Además, uno de los principales desafíos era integrar las cuatro ventanas del hotel situado encima del restaurante, asegurando una correcta ventilación sin comprometer la estética del conjunto.
KDO Fixed System: impacto visual y personalización en revestimientos arquitectónicos
Para superar estos retos, se optó por el KDO Fixed System de Kriskadecor. En palabras de la diseñadora Àfrica Sabé, «La idea de integrar cadenas de aluminio en la fachada surgió del imaginario de las cortinas de cadena tradicionales, aquellas que veíamos en la puerta de casa de la abuela. Estas cadenas evocan recuerdos de vacaciones, buena comida y tranquilidad. Queríamos reproducir esas sensaciones, a la vez que conectábamos con la imagen de Japón, adelantando la experiencia que se vivirá dentro del restaurante.»
La nueva fachada de Ginza 41, con unas dimensiones de 13.7 metros de ancho y 3.4 metros de alto, se ha convertido en un elemento esencial de su identidad. Marca la entrada, actúa como punto de encuentro y se ha establecido como un referente visual en la zona. “Todos los que pasan por delante se detienen un momento a observarla. El tiempo parece detenerse mientras se preguntan qué experiencia les espera dentro”, comenta Sabé.
La doble piel incorpora una imagen de inspiración japonesa en alta definición, creada con 15 colores RAL que realzan su atractivo visual. El revestimiento epoxi de las cadenas combina a la perfección con la madera, aportando calidez a un elemento que, a pesar de ser metálico, se integra de manera armoniosa en el entorno. Este equilibrio entre materiales refuerza el carácter acogedor y distintivo del proyecto, destacando su diseño único.
El proceso creativo fue un esfuerzo colaborativo entre el estudio de diseño, Kriskadecor y Auxini, logrando una solución visualmente atractiva y funcional que realza la visibilidad del restaurante, creando una experiencia memorable tanto para los clientes como para los transeúntes.
Soluciones utilizadas en el proyecto:
Fotografía
Álvaro Valdecantos